Propongo que las balaustradas de los paseos marítimos sean fundamentalmente semirrígidas para evitar su ruptura cada vez que venga mal tiempo y mar brava.
La posibilidad de hacerlas con módulos de plástico en material similar al que se usa en las carreteras también es otra opción.
Y para aprovechar la fuerza de impacto que las olas ejercen sobre cualquier superficie tendría que fabricarse algún tipo de convertidor de energía ubicado justo debajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario